No me digan ustedes en dónde están mis ojos,
pregunten hacia dónde va mi corazón. Jaime Sabines

jueves, 10 de febrero de 2011

Miran

La carretera muestra una vertiginosa curva
Entre barrotes y edificios abandonados.
La oscuridad se tiñe de rojo y de blanco
Ante otros coches quietos y desarmados.
Todos miramos a todos lados, todos a ningún sitio.
El viento canta y los arboles bailan
Anónimas canciones dentro de los coches.
El fuego que se enciende y la llama calienta
El músculo central y corazones invertidos.
Porque todos miramos a todos lados,
Y algunos algún sitio.
Buscamos lo deseoso y lo prohibido entre sombras,
Y entre sombras lo encontramos
De unos cuerpos ya aprendidos.
Buscamos lo prohibido porque aprendemos a desearlo,
Y prohibimos lo deseado porque otros quieren aprenderlo.
Quieren, otros, desesperados  que miran para ver algo
Que no se mira.
Y desesperados, otros, amargos que buscan lo desesperado
del deseo enfermo sin olvido,
Ante la espera de encontrar la esperanza
de encontrar el secreto y lo prohibido.

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