No me digan ustedes en dónde están mis ojos,
pregunten hacia dónde va mi corazón. Jaime Sabines

viernes, 25 de febrero de 2011

El odio

El odio sobre el seno lentamente
besa al amor con sus uñas hincadas.
Su saliva traspasa la helada
carne de besos y labios pendientes.

Los dientes se arrancan ferozmente
hacia el sexo de boca besada,
y los ojos ciegos, que no ven nada,
besan y aman a ciegas, ciertamente.

El odio es ciego con ojos de amor,
que arrebata al músculo carcomido.
Sus pupilas de sangre sangran calor

rojizo de pechos y sexo herido.
El odio hiere y mata el muy cabrón,
y solo el amor puede con su olvido.

jueves, 10 de febrero de 2011

Miran

La carretera muestra una vertiginosa curva
Entre barrotes y edificios abandonados.
La oscuridad se tiñe de rojo y de blanco
Ante otros coches quietos y desarmados.
Todos miramos a todos lados, todos a ningún sitio.
El viento canta y los arboles bailan
Anónimas canciones dentro de los coches.
El fuego que se enciende y la llama calienta
El músculo central y corazones invertidos.
Porque todos miramos a todos lados,
Y algunos algún sitio.
Buscamos lo deseoso y lo prohibido entre sombras,
Y entre sombras lo encontramos
De unos cuerpos ya aprendidos.
Buscamos lo prohibido porque aprendemos a desearlo,
Y prohibimos lo deseado porque otros quieren aprenderlo.
Quieren, otros, desesperados  que miran para ver algo
Que no se mira.
Y desesperados, otros, amargos que buscan lo desesperado
del deseo enfermo sin olvido,
Ante la espera de encontrar la esperanza
de encontrar el secreto y lo prohibido.