No me digan ustedes en dónde están mis ojos,
pregunten hacia dónde va mi corazón. Jaime Sabines

sábado, 30 de abril de 2011

Aunque

Aunque la extrañeza de no tenerte en mis brazos
Sea la desidia, el abandono del humano,
La Soledad eterna, eterno amor de manos
Para dormir por fin contigo en tu regazo.

Mis ojos no encuentran ese cuerpo oscuro
Y ellos lloran sin lágrimas el jugoso llanto
Que mi boca en tu seno bebió el manto
De saliva que hiciste para este conjuro.

Necesito beberte y bailarte desnudo
Para que puedas ver este corazón mendigo,
Que a solas varias horas has dejado, cariño,
Y ya no me queda Soledad como escudo.

Ven y apresura tu cuerpo ante el mío.
Ven y ata mis pies a los tuyos con tus venas,
Que esta boca de una vez comprenda la cadena
Que tu sangre despierta y condena mi destino.

Que abandono más gratuito y afortunado.
Que tormenta, amor, mas sufrida e impaciente
Sobre la espera y la nostalgia de no tenerte,
Entre el sexo oscuro y cuerpo abandonado.

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