No me digan ustedes en dónde están mis ojos,
pregunten hacia dónde va mi corazón. Jaime Sabines

sábado, 24 de julio de 2010

Alzheimer

Querido amor,

Dentro de cuarenta años padeceré de aquella enfermedad que tanto te hablaba hoy. Dirás que estoy loco, pero mi viejo nunca falla en la barriga.
-Serás un viejo de olvido, muchacho- me comentó ese viejo verde esta mañana. Se me olvidarán tus cosas, tu sonrisa y todo lo que viví contigo. Ya no existirá Soledad en mi vida, sólo la soledad de recordar el olvido. Tus manos acostumbradas a mi cuerpo serán extrañas pasajeras de susto. No te conoceré, y nunca más te llamaré amor, Amor.
Poco a poco me alejaré de ti. Primero serán días concretos, y luego años concretos. Seré aquel concreto extraño que te acompaña bajo esos concretos sueños de olvido. No pretendo asustarte, amor. Yo no pretendo nada. Intento decirte que en tu vida vas a luchar por mí una segunda vez; nuestra lucha mutua de cuando nos conocimos, y otra cuando ya te deje de conocer.
Lo siento, amor. Lo siento. Aprovecha nuestro tiempo; será un tiempo de ahora, de siempre y jamás de nunca.
PD: Te Quiero (por si se me olvida).

José Luís Galván Chavero

No hay comentarios:

Publicar un comentario