
Con tu ropa desnuda desnudas el sabor de mi tiempo.
Limitas cada límite de segundo,
y contagias mis horas a tus minutos.
Contactas el sabor de amor;
amor dulce, diminuto y grande de nuestro cuerpo.
Te arrimas a beber la gota de mi boca,
y con esa gota me alimentas cada día.
Anocheces en tus ojos y tu pupila camina
a esos mundos de sonidos. Mundos de sueños.
Me arrancas los ojos, y yo camino por ti
por oscuro lugar a tientas, oscuro lugar sin fin.
Tu me arrastras ciego por tus manos
y mis ojos cerrados abren el ojo de tu vientre.
Amaneces en mis ojos y mi pupila camina
a ese cuerpo de sonidos. Cuerpo de sueños;
Perfecta Soledad de orgasmo perfecto.
No sabía de tu blog.
ResponderEliminarSe respira amor (que tanto se es).
Te seguiré desde mis favoritos.
Un abrazo.