Para que me veas con buenos ojos.
Para que me ames,
Con los brazos abiertos,
El corazón en alza,
Seco de lágrimas y de brumosa vida.
Dime. Para que me quieras
Sin ningún remordimiento.
Sin ninguna mirada curiosa.
Dime qué tengo que hacer
Para despertar el aliento de tu mal aliento.
Qué quieres para poder encender
El deseo de tu boca y a tus besos de rutina.
Sabes que este amor quiere espantar tu cansada piel
De las malas hierbas de mi llanto.
Que quiere llenarte de lánguida vida
Bajo aquellas sombras que se esconden de sus sombras,
Donde llore mi tristeza tu pena.
Sabes que allá, a lo lejos, te espero
Donde cae recelosa la blanca arena,
La amplia roca que resucita despacio
El sonido de gargantas y el murmullo de borrachos.
Allá, te seguiré esperando, a lo lejos...
Donde las aves vigilan, firmes como soldados,
Nuestro acto, nuestro amor y nuestro canto.
Allá. Amor, a lo lejos…
Donde nadie pueda vernos…
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