Sea la desidia, el abandono del humano,
La Soledad eterna, eterno amor de manos
Para dormir por fin contigo en tu regazo.
Mis ojos no encuentran ese cuerpo oscuro
Y ellos lloran sin lágrimas el jugoso llanto
Que mi boca en tu seno bebió el manto
De saliva que hiciste para este conjuro.
Necesito beberte y bailarte desnudo
Para que puedas ver este corazón mendigo,
Que a solas varias horas has dejado, cariño,
Y ya no me queda Soledad como escudo.
Ven y apresura tu cuerpo ante el mío.
Ven y ata mis pies a los tuyos con tus venas,
Que esta boca de una vez comprenda la cadena
Que tu sangre despierta y condena mi destino.
Que abandono más gratuito y afortunado.
Que tormenta, amor, mas sufrida e impaciente
Sobre la espera y la nostalgia de no tenerte,
Entre el sexo oscuro y cuerpo abandonado.